Con un saldo de 20 heridos leves (cuatro de ellos policías) se cerró ayer en Madrid una concentración en homenaje al poeta Garcilaso de la Vega.
La jornada reivindicativa transcurrió de forma pacífica, hasta que se produjo una carga policial en respuesta, según algunos medios, a ciertas acciones de garcilasistas exaltados que habían iniciado una serie de altercados y actos de violencia gratuita causando destrozos en comercios, sucursales bancarias y mobiliario urbano, hechos que fueron negados con rotundidad por las organizaciones convocantes.
Entre las caras conocidas que se dieron cita frente a la sede ministerial se encontraban algunos representantes de la intelectualidad, como el escritor Ernesto Reina. "Estoy aquí desde media tarde porque siempre me encantó Garcilaso y también sus églogas" —declaró el autor— "y me parece muy alentador que se celebren este tipo de actos, por eso no me explico la actuación de la policía, la verdad, qué brutos han sido..." Por su parte, Jacinto Mediavilla, el afamado presentador de programas culturales de televisión, señaló: "Es inconcebible que en un país democrático una manifestación pacífica de ciudadanos preocupados por la cultura, que persigue el simple propósito de rememorar y reivindicar a uno de nuestros más insignes poetas, termine con un balance de manifestantes y funcionarios policiales heridos, junto con cientos de afectados morales, como consecuencia de una represión policial". A pesar de todos estos incidentes, no consta que se efectuaran detenciones y los manifestantes terminaron diluyéndose empapados de lirismo por las calles aledañas.
A pesar de la lluvia, unas 15.000 personas (10.000 según fuentes policiales) se concentraron frente a la sede del Ministerio de Cultura, en la madrileña Plaza del Rey, para reivindicar la figura de Garcilaso de la Vega, poeta toledano fallecido en el año 1536. Los manifestantes, que portaban pancartas en las que se podían leer algunos de los más célebres endecasílabos garcilasianos y proclamas como "Carpe diem" o "Coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto antes que el viento airado cubra de nieve la hermosa cumbre", rescataron la memoria de este poeta que, en la lírica castellana del Renacimiento, luchó por adaptar a nuestras letras el espíritu del petrarquismo.
La jornada reivindicativa transcurrió de forma pacífica, hasta que se produjo una carga policial en respuesta, según algunos medios, a ciertas acciones de garcilasistas exaltados que habían iniciado una serie de altercados y actos de violencia gratuita causando destrozos en comercios, sucursales bancarias y mobiliario urbano, hechos que fueron negados con rotundidad por las organizaciones convocantes.
Entre las caras conocidas que se dieron cita frente a la sede ministerial se encontraban algunos representantes de la intelectualidad, como el escritor Ernesto Reina. "Estoy aquí desde media tarde porque siempre me encantó Garcilaso y también sus églogas" —declaró el autor— "y me parece muy alentador que se celebren este tipo de actos, por eso no me explico la actuación de la policía, la verdad, qué brutos han sido..." Por su parte, Jacinto Mediavilla, el afamado presentador de programas culturales de televisión, señaló: "Es inconcebible que en un país democrático una manifestación pacífica de ciudadanos preocupados por la cultura, que persigue el simple propósito de rememorar y reivindicar a uno de nuestros más insignes poetas, termine con un balance de manifestantes y funcionarios policiales heridos, junto con cientos de afectados morales, como consecuencia de una represión policial". A pesar de todos estos incidentes, no consta que se efectuaran detenciones y los manifestantes terminaron diluyéndose empapados de lirismo por las calles aledañas.